NOTA: Perdón por las faltas de ortografia (Escrito en 1974). 

Siendo estudiante del cuarto semestre en la preparatoria en el Instituto Tecnológico de Durango leí un letrero que decía se invita al curso de pedagogía y didáctica, mayores informes mañana de 12:00 A.M. A 2:00 P.M. En el aula 2 (Si era otra aula perdón por el error, según yo era en la 2).

Al siguiente día acudí al aula indicada acompañado por un compañero y amigo originario de Nombre de Dios. Llegamos y me presente y presente a mi amigo a la maestra y psicóloga Lic. Felicitas Monrreal Padua quien seria la instructora de ese curso. Ella me dijo «Oye chamaco este curso esta dirigido para maestros, no es para alumnos», le pedí una disculpa y le dije «Es que no dice nada en de eso en la invitación», y antes de retirarnos le dije «Que lastima por que aparte de mi amigo ya tengo otros alumnos interesados en el curso».

Al dirigirnos hacia la puerta nos pregunto «¿Y como cuantos alumnos son los interesados en el curso? Y le respondí somos 4 de prepa y 8 de ingeniería. Y muy sorprendida me dijo «Dejen lo comento con el director, por que ningún maestro ha mostrado interés por el curso, regresen mañana y ya les tendré una respuesta».

Al siguiente día regresaron los «PACOS» ya que mi amigo se llama Juan Francisco y yo Francisco «A secas». Al vernos entrar no obstante su tremenda seriedad nos recibió con una sonrisa y dirigiéndose a mi me dijo «Paco te tengo una gran noticia el director autorizo que imparta este curso a los 12 alumnos que me dijiste y si hay mas serán bienvenidos, iniciamos el próximo lunes de las 2 a las 4 todos los días.

Cada clase de la maestra era un gran aprendizaje para cada uno de nosotros. Entre los estudiantes de ingeniería había 3 brillantes alumnos que en años anteriores habían ganado el primer lugar a nivel regional y nacional en los Juegos Nacionales Intertecnológicos. El maestro que los asesoro era un maestro que era el terror de muchísimos alumnos y que a mi en lo personal me había hecho sufrir y hasta llorar (Ya contare luego esa anécdota). Pero diré que tenerlos de compañeros me dio mucha confianza y hasta llegue a pensar que yo podía competir de tu a tu contra ellos en el área de física y matemáticas.

Todos los compañeros eran muy participativos pero aunque Paco y yo eramos estudiantes de prepa la maestra nos reconocía el liderazgo que teníamos sobre el resto del grupo y ademas la maestra nos tenía mucho cariño y nosotros para ella. Un día la encontramos algo preocupada y yo me atreví a preguntarle «Profe la veo preocupada» y ella me respondió, compre una casita a un lado de la iglesia del Sagrado Corazón y entre la señora que me ayuda y yo no podemos mover los muebles.. Y soltando una carcajada le respondí «¿Profe y para que están los PACOS?, nosotros le podemos ayudar» y ese mismo día acudimos a su casa la cual estaba muy cerca de la que había conseguido, en menos de dos horas le habíamos cambiado y acomodado sus muebles en el lugar que ella quería.

Unos meses después y ya siendo alumno de quinto semestre me dijo «Oye Paco quiero hacerte unos exámenes psicológicos y psicometrícos, pero solo los puedo aplicar en mi oficina, ¿Estas de acuerdo? Y le respondí que si. Al siguiente día acudí a su oficina y me aplicó los exámenes. Pero en la parte superior decía el nombre del examen y con letras mayúsculas decía «Para aplicación a adultos». 

Como me dejo solo al terminar los exámenes tenía una especie de poema que decía «NO CLAUDIQUES», lo leí con mucho cuidado y me lo aprendí. Antes de retirarme tome un trozo de papel del cesto de basura de la oficina de la profe y al salir de su casa y sentado en una banca del parquecito de enfrente de la Iglesia del Sagrado Coraron escribí lo que me acorde del poema. 

Ese trozo de papel con aquel mensaje jamas me imagine que sería tan importante en mi vida y tampoco me imaginaba el resultado de los exámenes que me aplicó la maestra ni la importancia que tendría en mi vida la intervención de ella en mi futuro.

Esta historia continuará.

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