QUE FUE PRIMERO ¿LA GALLINA O EL HUEVO?
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- Published: Monday, 13 December 2021 10:29
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En un antiguo libro de geometría analítica venia una anécdota que me llamo profundamente la atención, sucedida entre dos grandes científicos de aquella época, uno de ellos era René Descartes, el otro no recuerdo su nombre, pero créanme que era otro científico de renombre, por el momento démosle un nombre y digamos que era el científico “X”. (El libro a que hago referencia era propiedad de un sacerdote católico).
Ellos continuamente se reunían a filosofar sobre la vida, sobre el universo, sobre física, matemáticas y casi era inevitable que sus discusiones terminaran sobre el origen del hombre y la existencia de dios.
El científico “X” creía en la evolución y cualquier otra teoría, sin importar cuál fuera, solo creía en las teorías que negaran la existencia de dios y que ese dios hubiera creado todo lo que hay en el universo. Por el contrario, René Descartes como buen científico también había estudiado esas teorías, solo que él creía en un dios todo poderoso creador del cielo y de la tierra.
Discutían y discutían en ocasiones hasta acaloradamente, en una de esas discusiones en las que al calor de alguna bebida de alta graduación alcohólica discutían sobre qué fue primero, si el huevo o la gallina, la plática inteligentemente dirigida por René Descartes, hasta que en un momento exploto el científico “X” y molesto salió de casa de Descartes, no sin antes dar un tremendo portazo y vociferar palabras que por razones obvias debo de evitar.
Paso más de un mes, el científico “X” empezó a extrañar a su amigo René y aquellas sesiones filosóficas en las que alegremente o en ocasiones acaloradamente discutían sobre cualquier tópico. Por años acostumbraban a reunirse en casa de René Descartes y haber faltado por ya cuatro semanas lo mantenía inquieto e insatisfecho, al fin él sabía que el que había salido de aquella casa en una forma nada caballerosa, lo mantenía inquieto y triste. Se habían encontrado en unas dos ocasiones en alguna reunión, pero no era lo mismo. Eran amigos y sabía que era propio ir a darle una disculpa.
Haciendo a un lado su orgullo el científico “X” llego hasta la casa de René Descartes y fue el propio René quien lo hizo pasar.
Después de pedir disculpas Descartes le dio un abrazo y lo hizo callar, no había necesidad para el de esas disculpas, igualmente el extrañaba aquellas largas charlas con su amigo.
Sintiéndose ya con más confianza el científico “X” le pregunta ¿Oye René y que hay de nuevo, que has hecho en este largo periodo?, ¡No, nada importante, lo de siempre, aquí escribiendo sobre un libro, ya estoy perfeccionando unos cálculos sobre la elipse y la hipérbola, lo de la parábola ya lo terminé!
Como conocedor de aquella casa el científico “X” abrió la puerta de un amplio espacio en el que había una perfecta maqueta del sistema solar, el sol giraba sobre su propio eje, emitía luz y hasta un poco de calor, girando alrededor del sol los planetas giraban en perfecta sincronía, el científico “X” exclamo un Wowww, y exclamo con voz fuerte ¡Oye René, esta maqueta representa perfectamente el sistema solar!, ¿Oye René y quien lo hizo?, con voz pausada y en un tono muy tenue René Descartes le respondió, ¡No, nadie, nadie la construyo!.
Un poco contrariado el científico “X” voltea y encara a René diciéndole ¡Oye René, no insultes mi inteligencia, tú y yo somos científicos, hace un mes esta en este espacio no había ninguna maqueta, alguien debió hacerla! ¡Si ya se! Le responde René, ¡pero nadie la construyo! Molesto el científico “X” encara a René y le reclama en un tono molesto ¿Te estás burlando de mí?, ¡No empecemos, esta burla no la soporto, tú eres mi amigo y te respeto! ¿Por qué pretendes burlarte de mí y burlarte de mí inteligencia?
René en un gesto amigable con su brazo derecho lo hecho sobre la espalda de su amigo y le dijo ¡Mira querido amigo, es verdad, esa maqueta como dices tú debió ábrela construido alguien!, ¡Pero sabes que… no es perfecta, yo la hice lo mejor que pude, pero solo es material de desecho! ¡Dices tú que alguien debió haberla creado, si es verdad acepto que yo la hice!
Amablemente René lo llevo hacia el patio de aquella enorme casa en la que en todos los rincones se encontraban partes de sus anteriores proyectos, maquetas, prototipos, etc. la noche había caído, era una noche serena y apacible, en lo alto brillaba una esplendorosa luna que invitaba a la reflexión. Rompiendo aquellos minutos de silencio René voltea su cabeza hacia el cielo y le dice al científico “X”, ¡mira amigo, ve lo magnifico y perfecto que es este sistema solar nuestro, no me canso de admirarlo y reconocer lo pequeños que somos en este perfecto universo que alguien debió haber creado!, sus palabras seguían retumbando sobre los oídos de su amigo, pero no solo retumbaban en sus oídos, también en su cerebro de científico se “ablandaban” aquellas teorías tanto estudiadas y se iban desvaneciendo aquellas barreras que le impedían ver lo que antes no había querido ver y diario estaba frente a sus ojos. Cuenta la historia que de sus ojos gruesas lagrimas salían de sus ojos, esas lagrimas iban limpiando aquella antigua “telaraña” que no le permitía ver la grandeza de un ser que nadie vemos en esta tierra pero que está presente en cada segundo de nuestras vidas.
Debo de admitir como ser humano imperfecto que soy que en mi época de adolescente en la que también me decía “ateo” y haber estudiado algunas teorías sobre la creación del universo, que esa lectura me hizo reflexionar, no voy a profundizar ni pretendo convencer a nadie de nada, solo considérenlo como una lectura más y abramos nuestra mente y corazón al estudio de todo aquello que nos podrá en un futuro ser de utilidad. Feliz día para todos.